De misión cercar la ciudad de Leningrado
Por la naturalidad que ellos hicieron, yo que no había tenido ocasión de confirmar este sentido ideal de las cosas que tenemos los falangistas, Rusia me dio la ocasión de afirmarme. Masas de hombres abarrotan los centros de reclutamiento, la falange combatirá al comunismo. Parecen algunos vestidos para un paseo, juristas que afirman que se alistan.
El general Agustín Muñoz, uno de los más destacados militares, apreciado por los falangistas, una persona de marcada inquietud social, 4 regimientos de infantería, y uno de artillería, la justicia se aplica según el código castrense hispano, el uniforme será el alemán, con la leyenda España.
Cuando salimos de Madrid, llegamos a Alemania el 18 de Julio, al cruzar Francia, nosotros les tiramos piedras, al llegar a Alemania aquello fue impresionante. Sin embargo pronto surgen los problemas, distribuyen los regimientos, comunican que la División Azul, sólo dispondrán de transporte por tracción animal, a nosotros nos tocó una compañía que los oficiales eran escolta de Franco.
La formación será impartida en el campamento militar, pero quieren a sus hombres en el frente lo más pronto posible. En 15 días sabíamos manejarlos mejor que los alemanes, habían carros de maderas, tiradles a los pies, nos cargamos todos los carros.
Tiene lugar el juramento de fidelidad al furer, los soldados de España con el brazo extendido, juran fidelidad a Hitler en la lucha contra el comunismo, los voluntarios, aprenden muy rápido, sin embargo los españoles descuidan la limpieza, exasperan a los mandos alemanes, la falta de disciplina de la división es notoria.
Los españoles sólo son transportados a centenares de kms del destino final, la careta antigas, era el depósito de vituallas, una parada se utilizaba para cosas de orden, hacer descubiertas por los alrededores, comprar gallinas, intercambiar cosas, se freían huevos duros. Las caretas antigas no estababan, los alemanes montaban en guerra, tomaremos Gibraltar.
Los coches que teníamos para llevar la munición, coches de lujo, calefacción y radio, requisados a los franceses, nos llevaron hasta el frente, pero se quedaron y allí no sirvieron.
Cuando tú estás atravesando Polonia andando, cuando un estudiante ve una montaña de músculos enorme, el caballo, y se te encabrita y aparece en uno el deseo de matarlo, para librarse de aquello. A pesar de las órdenes alemanas, los españoles no dudan en intercambiar, ellos hacen caso omiso de las estrellas qeu llevan los judíos, la división azul ha sido agregada a otro ejército, su misión cercar la ciudad de Leningrado.
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