El Mexicano, su otra muerte
El hallazgo de tres cubos plásticos de basura, ocultos bajo tierra, en octubre de 1989, ha sido la clave en el derrumbamiento del fabuloso imperio estructurado por José Gonzalo Rodríguez Gacha, «El Mexicano».
De acuerdo con fuentes del Ejército colombiano, el narcotraficante, que fue abatido en un operativo policial a mediados de diciembre pasado, ocultaba en ellas el «dossier» de su inmensa fortuna.
Y es que, a pesar de sus «títulos»: segundo hombre del «cartel» de Medellín, jefe militar de la organización y, según la revista Fortune, uno de los 20 hombres más ricos del mundo, Rodríguez Gacha nunca habría logrado sustraerse a una de las suspicacias más arraigadas del campesinado colombiano: la deconfianza en los bancos, las cajas fuertes y los abogados.
De acuerdo con fuentes del Ejército colombiano, el narcotraficante, que fue abatido en un operativo policial a mediados de diciembre pasado, ocultaba en ellas el «dossier» de su inmensa fortuna.
Y es que, a pesar de sus «títulos»: segundo hombre del «cartel» de Medellín, jefe militar de la organización y, según la revista Fortune, uno de los 20 hombres más ricos del mundo, Rodríguez Gacha nunca habría logrado sustraerse a una de las suspicacias más arraigadas del campesinado colombiano: la deconfianza en los bancos, las cajas fuertes y los abogados.
Esa es, al menos, la explicación que los oficiales del Ejército dan a un hallazgo que hoy describen como «la segunda muerte del gran narcotraficante».
Protegido por prefabricados de cemento y envuelto en gruesas sabanas de plástico, Rodríguez Gacha mantenía su archivo privado: escrituras originales de 140 propiedades, protocolos de otras 30 y certificados de constitución de medio centenar de compañías diferentes. También, talones bancarios de cuentas en Tokio, las Islas Vírgenes, la Isla del Hombre, Londres, Luxemburgo, Suiza, y las Islas Caimán; y documentos relacionados con la constitución de ocho firmas en Panamá Dos de ellas: Slavia Association Inc. y Saadia Const Limited, inscritas a nombre de Gladys Alvarez, su tercera esposa e Hilda María de Cabrera (Hilda Rodríguez), su hermana.
Protegido por prefabricados de cemento y envuelto en gruesas sabanas de plástico, Rodríguez Gacha mantenía su archivo privado: escrituras originales de 140 propiedades, protocolos de otras 30 y certificados de constitución de medio centenar de compañías diferentes. También, talones bancarios de cuentas en Tokio, las Islas Vírgenes, la Isla del Hombre, Londres, Luxemburgo, Suiza, y las Islas Caimán; y documentos relacionados con la constitución de ocho firmas en Panamá Dos de ellas: Slavia Association Inc. y Saadia Const Limited, inscritas a nombre de Gladys Alvarez, su tercera esposa e Hilda María de Cabrera (Hilda Rodríguez), su hermana.
Listados con los números de matrícula de 270 automotores de la organización (desde tractores y bulldózeres hasta camperos y Mercedes Benz blindados); libros de contabilidad con nombre y tarjeta de identificación de ochenta de sus más cercanos lugartenientes; manuales de adoctrinamiento destinados a los 2.000 hombres organizados en grupos paramilitares y un millar de folios con la firmas de quienes debían constituir su partido político de ultraderecha: Movimiento de Renovación Nacional (Morena); completaban el archivo oculto. «Todos los documentos -sostiene uno de los oficiales- estaban cuidadosamente ordenados y distribuidos en los tres cubos plásticos de basura». A renglón seguido añade: «Media tonelada de documentos que, en una oficina normal, ocuparían cuatro estanterías».
Más insólito aún es que los tres cubos estaban enterrados debajo de un cuarto en el que se almacenaban desperdicios de comida para cerdos. «En la finca había dos o tres contrucciones modernas y lujosas además de la casa principal y la que estaba destinada a la vivienda de los trabajadores. Por eso nadie hubiera pensado que en una casa, prácticamente abandonada, situada cerca de la pocilga estuvieran guardados todos esos documentos, añade una de las fuentes.
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