El arte en primavera
Música, teatro, literatura y danza en un mes lleno de color, imaginación, curiosidad y, sobre todo, Arte en mayúsculas. A punto de cumplir los 30 años de vida, la Comunidad madrileña acoge de nuevo y, a partir del 9 de mayo, el Festival de Otoño en Primavera. Este espacio de libertad creativa consolida la presencia española en la cultura europea.
En su 29ª edición, el evento pretende acercar a la capital una representación de lo más destacado de los artistas europeos. Tienen cabida también excepciones merecidas con nombre propio provenientes de más allá del Viejo Continente. Es el caso de Robert Lepage, canadiense, que comparte así su trayectoria teatral en un exclusivo y absoluto estreno mundial de su nueva obra.
La encargada de inaugurar el Festival será la compañía Théâtre des Bouffes du Nord, bajo el mandato de otro director americano. El mítico artista contemporáneo Richard Brooks llega para impresionar a madrileños y visitantes. Otro estreno absoluto es el de Pablo Messiez, un argentino que forma ya parte de los imprescindibles del teatro en España. Su obra muestra una versión del clásico Las Criadas de Genet.
El toque artístico español también está presente. Mariano de Paco Serrano con su obra Alemania y Juan Navarro y Gonzalo Cunill con la representación de Tala, de Thomas Bernhard, forman parte del cartel nacional. Aunque no serán los únicos participantes. Xavier Bobés mostrará la pieza de teatro de objetos Insomnio. En cuanto a los montajes internacionales europeos, Portugal, Francia, Reino Unido y Bélgica encabezan el listado previsto.
Otra disciplina artística presente será la danza. Algunos bailarines volverán a pisar suelo español, como es el caso del grupo DV8 Physical Theatre. Un estreno a destacar en esta modalidad es también el de la coreografía de Antonio Ruz para la compañía berlinesa Sasha Waltz & Guest. No dejará indiferente a nadie con su representación Ojo. Movimientos llenos de expresión, sensaciones humanas y juego escénico con figuras corporales.
A pesar de la delicada situación, el arte no ha querido vestirse de luto. Ariel Goldenberg, director del festival, ha conseguido una programación «tan abundante en su coherencia como en la exclusividad» de la misma.
La finalidad, «aportar algunas respuestas sobre nuestras angustias y así, hacernos más inteligentes», concluyó Goldenberg.
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