Brad Pitt y su túnica de griego
Dicen que Brad Pitt ha pedido que le tomen medidas para una túnica de griego con el nombre de Ulises -y el apellido de Homero- bordado en el escote. Y que Alex Proyas, aquel que se estrelló contra el Yo robot de Asimov, busca El paraíso perdido de John Milton en un cine.
O sea que sí, que es cierto, que no hay libro imposible (el propio John Huston se atrevió con La Biblia) cuando se trata de pasearlo por una gran pantalla. Pero también lo es que los sueños de Hollywood se escriben mejor con tinta oscura. Tan negra como sea posible. Y mejor aún si la pluma que disparó la primera bala de la historia ha dado en el centro de la diana de los primeros puestos de los top ten de medio mundo.
O sea que sí, que es cierto, que no hay libro imposible (el propio John Huston se atrevió con La Biblia) cuando se trata de pasearlo por una gran pantalla. Pero también lo es que los sueños de Hollywood se escriben mejor con tinta oscura. Tan negra como sea posible. Y mejor aún si la pluma que disparó la primera bala de la historia ha dado en el centro de la diana de los primeros puestos de los top ten de medio mundo.
Indiscutiblemente, esa lista de superventas la encabeza ahora el sueco Stieg Larsson. Y él es también uno de los grandes protagonistas -con las tres entregas made in Hollywood de su Millennium- del importante desembarco de novelas negras que se espera en las pantallas de nuestros cines.
Pero con él, a la zaga, sólo unos pocos pasos por detrás, otros grandes del noir muy conocidos en las estanterías de las librerías españolas como Patricia Cornwell, Camilla Lackberg, Jo Nesbo, Don Winslow, Lars Kepler o Lee Child; clásicos imperturbables como el Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle; o superventas que vienen de antiguo como las sagas de Michael Connelly, James Patterson o Robert Ludlum. De alguna manera, parece que los engranajes de la poderosa industria americana del Séptimo Arte tratara de fagocitar -y reproducir- la pujanza editorial del género negro que, convengamos -sea o no gracias a los gélidos y renovadores vientos llegados del Norte de Europa- parece vivir una segunda juventud con tanto o más empuje que la que ofrecieron los grandes americanos, capitaneados por Chandler y Hammett.
La primera prueba del negro revivir de las pantallas llega hoy con Robert Downey Jr. y Jude Law, que regresan, de nuevo de la mano de Guy Ritchie, como un camorrista y pendenciero Sherlock Holmes y su inseparable Watson en Juego de sombras; pero no será ésta la única entrega cinematográfica en 2012 de las cuitas del genial detective creado por Athur Conan Doyle: José Luis Garci trabaja en Holmes. Madrid Suite 1890, una aventura madrileña de la pareja en la que también aparece Jack el Destripador.
Todavía una semana habrá que esperar a la adaptación de Millennium -Los hombres que no amaban a las mujeres-, evidente, mucho más glamourosa que la original sueca como prueba que sea Daniel Craig quien interpreta a Mikael Blomkvist. También en breve, a finales del próximo mes de febrero, se estrenará una nueva adaptacción de La mujer de negro, de la por aquí menos conocida escritora de thrillers Susan Hill -aunque esta pieza se hizo popular porque la llevó al teatro Emilio Guitiérrez Caba-, que estará protagonizada por Daniel Radcliffe, el niño de Harry Potter convertido ahora en un joven abogado.
Si Brad Pitt busca túnica de Ulises, su compañera Angelina Jolie se prueba batas de médico, forense para más señas. Porque al parecer ella será la actriz que encarnará a Kay Scarpetta, la más famosa creación de la norteamerica Patricia Cornwell, como explicó en su reciente visita a Barcelona para recoger el premio RBA por Niebla roja.
También es reciente la decisisón de Martin Scorsese de hacerse con los derechos de The Snowman, una novela del noruego Jo Nesbo que aún no se ha publicado en España. Pese a que aún no hay nada cerrado, son muchos quienes ven (la prensa noruega, incluso, lo ha barajado) a Viggo Mortensen paseando por las calles de Oslo convertido en el detective borracho y esquivo Harry Hole. (En junio, está previsto que se estrene en España otra adaptación de una novela de Nesbo, Headhunters, que no pertenece a la serie Hole).
Tampoco ha trascendido todavía quién prestará cara a Erica Flack, la protagonista de la serie de Camilla Läckberg (desde La princesa de hielo a Las huellas imborrables), aunque sí que la cinta estará dirigida por Marcus Olsson.
Si Scorsese se ha encaprichado de Jo Nesbo, otro de los grandes de Hollywood, Oliver Stone, ha fijado la mirada en Don Winslow y sus Salvajes, a los que dará vida con una cuadrilla de actores donde brillan Salma Hayek, Benicio del Toro, Uma Thurman o John Travolta; con ellos trasladará una historia de violencia y narcotráfico que llegará a las salas españolas en septiembre.
Sin fecha de estreno, The paperboy, adaptación de la novela de Peter Dexter, El chico del periódico, que protagonizan Nicole Kidman, Matthew McConaughey y John Cusack y dirige Lee Daniels (Precious); o Freaky Deaky, con Christian Slater, reviviendo la novela de Elmore Leonard. Y esperando pasar de proyecto a realidad, la adaptación que Lars Hallström (Las normas de la casa de la sidra) ha prometido de El hipnotista, de Lars Kepler, seudónimo del matrimonio sueco integrado por Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho; o la adaptación de la saga de James Patterson sobre Alex Cross, que firmará Rob Cohen, en la que Tyler Perry tomará el relevo de Morgan Freeman (El coleccionista de amantes).
Tampoco la nueva generación de narradores más negros españoles quedan fuera del tablero de juego de las adptaciones: El aviso, de Paul Pen será película, aunque todavía no tiene director.
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