Javier Bardem es actor de casualidad

Cuando se dice de un actor que es camaleónico, se piensa en su capacidad para meterse tanto en el personaje que el espectador olvide el aspecto natural del intérprete. Javier Bardem, a simple vista, parece uno de esos camaleones del celuloide. Se le ha visto rubio platino, con media melena a lo paje, calvo, peludo... Su cabeza ha mutado tantas veces como interpretaciones ha realizado el actor canario.

Pelos de punta y camisas psicodélicas tocan esta vez para protagonizar –junto a un cartel de celebrities que, fácilmente, harán de ella un éxito de taquilla– la nueva película de Ridley Scott, The counselor (El consejero), en la que encarna a un adinerado y estrafalario empresario. Acompañan en la gran pantalla al ganador de un Oscar su mujer, Penélope Cruz (como viene siendo habitual en los proyectos de ambos), Brad Pitt, Michael Fassbender y Cameron Díaz.

Pero no ha sido el peor look de Javier Bardem en su larga y prolífica carrera cinematográfica. El sex symbol español no podía estar menos atractivo en el filme que le valió una estatuilla, No habrá paz para los malvados, y él no lo ignoró. "Es el peor corte de pelo de mi vida", reconoció en el Teatro Kodak al subir al escenario.

"El peluquero hizo un grandísimo trabajo, me hizo así como clac, clac, clac, vi cómo los Coen se morían de risa, me miré en un espejo y me dije: ‘Ya tenemos el pelo, o sea, que ya tenemos personaje’", aseguró en Cannes a un grupo de periodistas. Cuando en una entrevista con la revista femenina alemana Brigitte la redactora le dijo que era muy guapo, Bardem contestó: "¡Pero si parezco un mono!".

Y de un malo malísimo a otro –y sin rebajar la extravagancia estética–, el español se enfundó la piel del villano de Skyfall, con un cabello rubio oxigenado y relamido muy a tono con la maldad amanerada de su personaje. Y no sólo el pelo se tiñó de rubio el actor, también las cejas. Su estética fue más comentada en internet que su interpretación, pero es que la decisión la tomó él mismo. Durante la presentación del último capítulo de la saga James Bond en Madrid, el director, Sam Mendes, confesó que el propio Bardem le convenció para decolorarse el pelo, y que accedió porque la idea que tenía del malo era que, más que asustar, incomodara desde su aparición. Hay que añadir que enfrentarse en la gran pantalla al Bond Daniel Craig bien se merece un mal peinado.

Quizá estos dos cabellos abundantes y llamativos venían a compensar la calva con la que encarnó a Ramón Sampedro en Mar adentro. Más largo, más corto, de su color o teñido, los looks capilares de Javier Bardem son inseparables de su carrera cinematográfica.

Con su don para transformarse, incluso físicamente, en la persona a la que interpreta, sus fans están impacientes por ver la magia que sus pelos de punta hacen esta vez en The Counselor, que se estrenará el próximo 25 de octubre en Estados Unidos. Aún no hay fecha de estreno en España, pero esta semana se ha estrenado el tráiler, para ir abriendo boca.

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