¿La práctica hace perfecto?

Todos tratamos de hacer lo mejor en lo que hacemos, ya sea en el trabajo, la familia, el estudio o cualquier otra cosa. Yo también hago lo mejor que puedo. Pero hace un tiempo, me di cuenta de que no estaba mejorando mucho en las cosas que más quería, aunque pasé mucho tiempo trabajando duro en ello.

Con el tiempo y hablando con muchas personas, me di cuenta de que este estancamiento, a pesar del arduo trabajo, es bastante común.

Así que me gustaría darles una idea de lo que es y lo que podemos hacer. He aprendido que las personas y grupos exitosos en cualquier campo hacen algo que todos podemos imitar. Viven alternando dos fases distintas: la fase de aprendizaje y la fase de rendimiento.

En la fase de aprendizaje el objetivo es mejorar. Por lo tanto, nos centramos en lo que aún no sabemos cómo hacerlo y, a través de los errores, aprendemos.

En cambio, lo que hacemos en la fase de rendimiento es muy diferente, el objetivo es dar lo mejor de nosotros. No solo intentamos hacer algo, sino que queremos hacerlo lo mejor que podamos.


Estas dos fases obviamente no son lo mismo, y es mejor entenderlo. La fase de rendimiento maximiza el rendimiento momentáneo, la fase de aprendizaje maximiza el crecimiento y el rendimiento futuros.

Primero que estaba mal?

La razón por la que no mejoramos a pesar de nuestro gran compromiso es que pasamos casi todo el tiempo en la fase de rendimiento. Esto socava nuestro crecimiento, e irónicamente, a largo plazo también el rendimiento.

Pero, ¿cómo podemos aprender más rápido?

Demóstenes, líder político y el mejor orador y abogado de la antigua Grecia para convertirse en los mejores, no dedicaron todo su tiempo a hacer el orador y el abogado, esa es su fase de desempeño. De hecho, sus actividades apuntaban a la mejora. Por supuesto, él estudió mucho. Estudió derecho y filosofía seguido por mentores, pero se dio cuenta de que ser abogado también significaba persuadir a los demás, por lo que también estudió discursos famosos y actuación.

En la práctica, lo que necesitamos si queremos aprender algo y mejorar rápidamente es dividir una habilidad en diferentes secciones y concentrarnos cada vez solo en esa parte.

Los profesores y formadores más experimentados lo saben bien. Se ha verificado en docencia, medicina, enfermería y otros campos. Ocurre porque cuando pensamos que nos hemos vuelto buenos en algo, ya no nos importa la fase de aprendizaje. Pasamos tiempo haciendo nuestro trabajo, en la fase de rendimiento, esta estrategia no ayuda a mejorar.

Los que pasan tiempo en la fase de aprendizaje siguen mejorando. Debemos creer y comprender que podemos mejorar, que aún podemos aprender más allá de la edad, más allá del trabajo que hacemos, con nuestros tiempos y con nuestros ritmos.

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