La SGAE tiene pérdidas
El domingo se cumple un año desde la intervención de la Guardia Civil en el Palacio de Longoria, sede central de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en lo que significó el comienzo de la Operación Saga y la caída de Teddy Bautista al frente de la entidad. Un año después, Antón Reixa es el nuevo hombre fuerte de la sociedad, el elegido para liderar la regeneración de una SGAE severamente tocada por varios frentes, especialmente el referente a la imagen pública y el económico.
En este último aspecto, la primera Asamblea General de Socios desde las elecciones de las que Reixa salió como presidente aprobó ayer el informe de gestión de la institución y las cuentas anuales. Unas cuentas que, en el ejercicio correspondiente a 2011 arrojó unas pérdidas de 4,6 millones de euros antes de impuestos. Además, la SGAE reconoció que durante 2010, el balance negativo fue de 13,5 millones, en vez de los 6,3 millones anunciados en su momento.
En total, la entidad ingresó 320,1 millones de euros en 2011, lo que supone un descenso del 6,2% respecto a las cifras del año anterior. Frente a este descenso, la cantidad repartida entre los socios de la SGAE ascendió a 340,1 millones de euros, lo que supone un ligero aumento del 0,7% por la suma de atrasos por copia privada de 15,3 millones y el pendiente de audiovisuales acumulado en la cuenta de productores, por valor de 11 millones. Una mala situación agravada por la morosidad hacia la institución, que asciende a 115 millones de euros.
Para intentar mejorar este panorama, Reixa anunció ayer en una rueda de prensa anterior a la asamblea un plan para la reducción del gasto de la entidad, «para pasar de 68 millones de euros hasta unos 50, lo que supondría un 15% menos».
Otra de las medidas puestas en marcha es la reducción en el pendiente de identificación, la cantidad que no llega a los autores debido a diversos problemas en la localización o ubicación de sus legítimos propietarios. Esta cantidad, que en la era Bautista llegó a superar los 170 millones de euros, se ha visto reducida en lo que va de año en 35 millones, gracias a un «laborioso trabajo por parte de los servicios de documentación», según apuntó Reixa, quien avanzó que el objetivo es llegar a los 60 millones antes del 31 de diciembre. En este sentido, Reixa denunció «la voluntad de hacer una política de gestión encaminada a aumentar esta cantidad» durante el periodo Bautista, supuestamente para financiar la red de teatros Arteria.
La descapitalización de Arteria, proyecto que ha provocado que la SGAE tenga una deuda de unos 120 millones de euros, lleva a otra de las prioridades del equipo de Reixa (que cuenta con Teresa Alfonso, Fermín Cabal y Miguel Hermoso como vicepresidentes y Julia Altares como portavoz) ha hecho firme su anuncio de impugnar la pensión de 23.000 euros mensuales para Teddy Bautista, que podría suponer un total de 3,5 millones más para la entidad. «La decisión no se basa en la presunción de inocencia o culpabilidad del señor Bautista en la Operación Saga», apuntó Reixa. «Se basa en una gestión arbitraria, megalómana y despótica que, si además se ve envuelta en una trama de corrupción, no hace sino agravar el problema». El presidente de SGAE comentó que esta decisión responde a la «provocación» de Bautista de denunciar a la entidad tras su renuncia.
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