Esto es hablar por hablar
Ya ha pasado lo peor, ¿no le parece?, qué días más malos, con tanto desarreglo y tan poco juicio, todos como borregos, haciendo lo mismo a toque de corneta, o de zambomba, tanto me da, todos para aquí, todos para allá, todos a comprar, todos a cenar, todos a cantar, todos a ver la televisión, todos en manada, todos tan contentos, por decreto ley, todos besugo, todos turrón, todos mazapán, todos ji ji, todos ja ja.
Todos y todas, claro. Pero ya ha pasado lo peor, ya le digo, ahora sólo quedan los Reyes, que es cosa de los niños, la ilusión, ¿quién no ha sido niño?, la carta, la cabalgata, las carrozas, bien está, lástima que la vida sea luego otra cosa, carbón las más de las veces, que te educan con Caperucita, pero no te explican que en esta mierda de cuento manda el lobo, grrr.
Feliz salida y mejor entrada, todo el mundo con el mismo disco, si no me lo dijeron cien veces, no me lo dijeron ninguna, qué tontería, yo ni entro ni salgo, buenas palabras y cada uno a lo suyo, que aquí nadie mira por nadie, si ves a uno caer, ya se levantará, acelera el paso que tienes prisa, si el de al lado revienta, que reviente, pero, en Navidad, ya se sabe, feliz esto, feliz lo otro, buena noche, buen día, buen morro es lo que hay, mucha boquilla, mucho largar de aquí y poco hacer, mucho desear, mucho felicitar, mucho escribir, mucho llamar, y si te he visto, no me acuerdo.
Ya vendrá el verano, ya iremos a cuerpo, yo encuentro el verano más sincero, todo a la vista, del gordo, sus gorduras, del flaco, sus flaquezas, pero, en invierno, debajo del abrigo caben muchas mentiras. Es mi modo de ver, cada uno tendrá el suyo, y el que lo vea de color de rosa, mejor para él, que Santa Lucía le conserve la vista.
Ya vendrá el verano, ya iremos a cuerpo, yo encuentro el verano más sincero, todo a la vista, del gordo, sus gorduras, del flaco, sus flaquezas, pero, en invierno, debajo del abrigo caben muchas mentiras. Es mi modo de ver, cada uno tendrá el suyo, y el que lo vea de color de rosa, mejor para él, que Santa Lucía le conserve la vista.
Ahora, mire, como le digo una cosa, le digo la otra, no hay manera de salirse de la fila, porque, si unos, la mayoría, van como Vicente, ya sabe, como suele decirse, donde va la gente, otros, que se creen yo qué sé lo que se creen, a fuerza de llevar la contraria, acaban en lo mismo, pero al revés, años llevo yo oyendo pestes de la Navidad, hasta el punto que no lo encuentro nada original, al final todo es blanco o negro, y el que se separa de una hilera aparece en otra, y tanto da, y los que se creen muy especiales son tan del montón como los demás, elegir montón es lo que queda, y, en la duda, el mejor montón es el de los que dan paz, el montón de los que se lo guardan para ellos, y yo debería tomar ejemplo, y dejar de darle la murga, pero, ¡qué quiere usted!, desde que nacemos se considera que el que antes y más habla es más listo, y esa impresión dura ya para toda la vida.
Equivocaciones, apreciaciones falsas, rebajas de enero. Y de febrero, y de marzo, y del año entero, que estamos de rebajas desde que tenemos uso de razón, vida rebajada, hombres rebajados, saldos, gangas, pero yo este año dejo de fumar.
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