La importante industria del matrimonio

Aunque Lisa ha dado en el clavo (Harper's calcula que si los homosexuales se casaran al mismo ritmo que los heterosexuales, la industria de las bodas ganaría 17.000 millones de dólares cada año en EEUU y la de los abogados de divorcio, 1.900 millones), la idea del matrimonio gay hasta en Los Simpson ha irritado a los grupos conservadores.

Por si fuera poco ver a Homer casando a docenas de parejas por 200 dólares la ceremonia -después de haber conseguido el título de reverendo por Internet en la Iglesia del Matridinero, The Church of Matri-money-, la hermana de March, la fumadora empedernida Patty Bouvier, confesó también el domingo sus preferencias lésbicas y su intención de casarse con una golfista.

El Consejo de Padres Televidentes, una poderosa asociación que también considera la serie Will and Grace entre los shows prohibidos para la familia por tener un protagonista homosexual, defiende que la mayoría de los estadounidenses están en contra del matrimonio gay y que el capítulo trata de hacer propaganda.

«Tenemos una serie vista por millones de niños. ¿Necesitan los niños que se les tire el matrimonio gay a la cara? ¿Por qué no podemos sólo entretenerlos?», dijo el presidente del grupo, Brent Bozell III. El Consejo nunca ha sido fan de la serie de dibujos animados porque «ridiculiza a los empresarios, la religión, los educadores y los policías», además de lanzar un mensaje negativo sobre la figura paterna porque Homer Simpson es, a su modo de ver, un «perfecto idiota».

La cadena FOX, propiedad de Rupert Murdoch, emitió el episodio con un aviso especial a los televidentes por el «contenido adulto» de la ocasión. Al imperio Murdoch también pertenece FOX News, un canal de noticias 24 horas con una marcada orientación republicana y cuyos presentadores apoyan habitualmente la campaña de Bush contra el matrimonio gay.

La orientación política del resto del grupo nunca ha afectado a Los Simpson, que suele ridiculizar por igual a demócratas que a los cristianos renacidos parecidos al presidente y algunos presentadores de su compañera FOX News.

El productor ejecutivo de la serie, Al Jaen, dijo que su intención no era la de favorecer el matrimonio gay. Los directivos de FOX no han querido comentar el capítulo que ha vuelto a despertar la llamada guerra cultural en Estados Unidos; es decir, según el estereotipo, la división entre los habitantes más ricos de las grandes ciudades, defensores del derecho al aborto y la igualdad para los gays, y los más pobres de los suburbios y las zonas rurales, ultraconservadores y contrarios a todo ello.

El conflicto sobre la cultura popular ya se había centrado en los últimos meses en los dibujos animados. La causa, un personaje de una serie de la televisión pública, Postcards from Buster, que visita a una pareja de lesbianas en Vermont. El episodio aún no se ha emitido y el secretario de Educación está invirtiendo toda su fuerza en evitarlo. El frente conservador, puesto a escandalizarse, se queja hasta porque el dibujo Bob Esponja le da la mano a sus amigos.

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