Aparatos del ejército del aire
El papel de la Armada será fundamental en la protección de las aguas territoriales que rodean a Barcelona. Los buques destinados a la seguridad, entre los que están algunos que participaron en la Guerra del Golfo Pérsico, vigilarán constantemente todas las aguas territoriales españolas. El interior de las aguas del puerto estará controlado, como ocurre ya desde hace varios meses, por submarinistas de la Guardia Civil, que permanecerán sumergidos durante las veinticuatro horas del día en varios turnos. También colaborarán buzos de la Armada. Se han construido una serie de barreras submarinas para entorpecer el tráfico submarino. Además, se impide que se formen olas en toda la costa barcelonesa.
También se han instalado una serie de sonares en toda la zona. La Marina pondrá también a disposición de la seguridad olímpica un submarino, que vigilará constantemente toda la zona costera. En el exterior, se ha realizado un primer vallado general de todas las instalaciones olímpicas del puerto. Existe también un segundo vallado individual, para cada uno de los centros, en los que también hay controles electrónicos.
La vigilancia de toda la zona aérea de Barcelona correrá a cargo del Ejército del Aire. No se permitirá sobrevolar a nadie que no pertenezca a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o a la organización de los Juegos Olímpicos. El papel del Ejército en la seguridad olímpica será fundamental. Las embarcaciones de la Armada y los aparatos del Ejército del Aire desarrollarán un papel muy importante.
En cuanto a los edificios donde residirán las delegaciones participantes, y a las instalaciones deportivas, la organización tiene preparado un dispositivo diferente para cada enclave. Las acreditaciones, que se elaboran actualmente en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y que funcionarán con códigos de barras, serán diferentes para cada instalación. Estará prohibido acceder al recinto olímpico de Montjuic en vehículos particulares. Tan sólo se podrá entrar en transportes públicos o a pie, para lo que la organización ha construido unas escaleras mecánicas que prácticamente dejarán a todo el público en el recinto olímpico.
Entre las innovaciones tecnológicas previstas para los Juegos Olímpicos el COOB inició el pasado diciembre las pruebas de un dispositivo especial, que serviría para controlar a los vehículos que se acerquen a las zonas olímpicas. Este dispositivo dispone de un sensor, que detecta si los vehículos están autorizados mediante la lectura de una tarjeta con un código de barras que los coches llevarán en su parabrisas. Si el vehículo no lleva esa identificación, automáticamente una cámara colocada al lado del sensor comenzará a filmar al coche y fotografiará su matrícula.
También se accionará una barrera para impedir el paso al coche. Este dispositivo se incluye en el «proyecto Gaudí», con presupuesto por la Comunidad Europea. La intención es que este sistema se coloque en todos los centros olímpicos pero, debido a su alto coste, es previsible que sólo se ponga en los puntos más importantes.
Otra de las parcelas más cuidadas por parte de la organización son los «sótanos» de Barcelona. Desde hace varios meses los especialistas en el subsuelo de la Policía Nacional revisan a diario todo el sistema de alcantarillas y túneles subterráneo de la capital catalana. Incluso hay zonas, donde están los edificios olímpicos y los organismos oficiales y de la Generalitat, que son revisadas dos veces al día.
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