El Oscar de Nacido en 4 de Julio
El actor Billy Cristal será este año el encargado de presentar la ceremonia que hará una concesión hasta la fecha inexistente al reclamo internacional de los Oscar: van a intervenir en directo cinco presentadores adicionales desde otras tantas ciudades del mundo. Jack Lemmon estará en Moscú, Glenn Close y Mel Gibson en Londres, Charlton Heston y Norma Aleandro en Buenos Aires y Bryan Brown y Rachel Ward en Sydney, Australia. Warren Beatty, Robert De Niro, Jane Fonda, Tom Hanks, Jessica Lange, Jack Nicholson y Dan Aykroyd participarán, entre otros, en la entrega de premios.
Si se cumplen las previsiones, la «quiniela de los Oscar» de este año tiene a tres películas muy distintas como máximas aspirantes a los premios de más prestigio: mejor película, director, actor y actriz. Paseando a Mis Daisy, de Bruce Beresford, que cuenta la enternecedora relación de un cuarto de siglo entre una rígida mujer judía, sureña y dominante, y su amable y comprensivo chófer negro. Nacido el cuatro de julio, de Oliver Stone, que es una crónica sobre la vuelta de Vietnam de un orgulloso ex combatiente que se pasa a la oposición después de malvivir Vietnam.
Y Mi pié izquierdo, de Jim Sheridan, que retrata la biografía de un divertido e inteligente enfermo cerebral irlandés. A la mayoría de los 4.500 miembros de la Academia de Hollywood les disgusta la polémica o el alboroto, por lo que han apartado tres películas «difíciles»: Do the right thing, de Spike Lee; la extraordinaria Sexo, mentiras y cintas de vídeo, de Steven Soderbergh; y la curiosa Roger y yo de la estatuilla a la mejor película. Nacido el cuatro de julio, la última película de Stone (Platoon) sobre su obsesión de siempre -la guerra de Vietnam- parece hecha a la medida para llevarse el premio a la mejor película.
Tiene todo lo que la Academia aprecia: una fotografia espectacular, un guión sencillo pero directo, un toque de pasión emocional desenfrenada y, tal vez en el fondo, el reconocimiento de un error histórico dicho a medias. Si Paseando a Miss Daisy se llevara la más preciada de las estatuillas no sería una sorpresa. Es la película revelación del año y su éxito comercial constituye toda una sorpresa para los críticos de cine.
Una victoria de El club de los poetas muertos, Campo de sueños o Mi pie izquierdo no sólo no se ajusta al mecanismo tradicional de la Academia, sino que también estropearía las previsiones de los entendidos.
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